Test rápidos de COVID-19 defectuosos adquiridos por gobiernos: otra muestra de la urgencia y relevancia de un enfoque basado en la evidencia en la toma de decisiones por líderes políticos.

​Se advierte a los gobiernos y a los organismos privados o públicos que eviten comprar kits de prueba de COVID-19 de fabricantes no certificados, ya que noticias comienzan a surgir sugiriendo que muchos kits comprados son ineficaces o defectuosos.

Recientemente, el día de  26 de marzo, fue noticia a nivel mundial la compra y adquisición por parte de los gobiernos de España y de República Checa de más de 750.000 tests rápidos defectuosos para la detección del virus causante del COVID-19, al ser adquiridos de fabricantes y proveedores no certificados.

Esta noticia ha tenido enorme repercusión mundial, no solo a nivel sanitario por el riesgo a la población, sino también por sus ribetes políticos, en particular sobre la falta de rigurosidad en los procesos de adquisición de parte de instituciones gubernamentales al no verificar que los proveedores y los laboratorios fabricantes cuenten con las certificaciones y validaciones necesarias para este tipo de insumos médicos, como son los tests de diagnósticos in vitro.  Y, finalmente, pero no menos importante, esta desinformación sobre tests defectuosos, podría generar dudas en la población sobre una técnica científica tan relevante y validada, como son los test de detección de anticuerpos, que han permitido la identificación y cuantificación de infecciones para posterior tratamiento de importantes enfermedades.

Es claro que uno de los efectos más dañinos de la pandemia de COVID-19 ha sido la difusión desenfrenada de información errónea que rodea a la enfermedad en todos los ámbitos. 

Imagen de noticia publicada por el periódico El Pais https://elpais.com/sociedad/2020-03-25/los-test-rapidos-de-coronavirus-comprados-en-china-no-funcionan.html

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